De profesión: crítico
Escuchando una mañana en la radio a un crítico cinematográfico me dio por pensar en quién sería ese hombrecillo que estaba dejando a caer de un burro una película, en concreto era la última de Garci creo recordar..., pero esto es lo de menos. Empecé a imaginarme a este hombre..., quizá después de ver otras dos películas y estando más pendiente del reloj que de la película...
¡Pero no!, pongámonos en el mejor de los casos: había ido al cine fresco como una lechuga y con ganas de disfrutar. Dos horas y media nuestro hombre después sale cansado por una película con la que obviamente no ha disfrutado. Como profesional que es, va a su casa o a la redacción y teclea ávido de venganza una crítica, su trabajo.
Luego, imaginando..., me dio por imaginar que seguramente este señor fuera periodista, uno más, que seguramente por casualidades de la vida había acabado tragándose media docena de películas a la semana. Seguramente nunca habría cogido una cámara, seguramente nunca habría dirigido una película, seguramente nunca habría trabajado con actores, ni con productores, ni tan siquiera habría escrito otra cosa que no sean artículos periodísticos. Seguramente también, este señor nunca se atrevería siquiera a pensar en escribir un guión cinematográfico.
Sin embargo, seguramente este señor se atreve diariamente a criticar a los cuatro vientos, a diestro y siniestro una película tras otra sin tan siquiera reparar en lo subjetivo de su trabajo. Por supuesto que es su trabajo, que es por lo que cobra, que es lo que demanda el público, que nadie le pedirá cuentas..., pero también es cierto que hay que tener mucho cuidado con los llamados críticos, y no me refiero solo al cine, porque esto es extrapolable a otras tantas facetas. El criticón es el personaje del siglo XXI. ¿Pero quiénes son y en base a qué critican? Esa es harina de otro costal...
Siguiendo con nuestro crítico..., me dio por ponerle cara, me imaginaba a Alfred Hitchcock como crítico radiofónico, aportando luz a los estrenos de la semana. Quizá aquella semana se había estrenado un thriller y Alfred nos decía que en su opinión tenía un buen guión, que estaba bien dirigida e interpretada, en definitiva, que era una gran película.
Seguramente confiaría en su opinión..., y nunca se me hubiera ocurrido imaginarme todo esto. Seguramente...
¡Pero no!, pongámonos en el mejor de los casos: había ido al cine fresco como una lechuga y con ganas de disfrutar. Dos horas y media nuestro hombre después sale cansado por una película con la que obviamente no ha disfrutado. Como profesional que es, va a su casa o a la redacción y teclea ávido de venganza una crítica, su trabajo.
Luego, imaginando..., me dio por imaginar que seguramente este señor fuera periodista, uno más, que seguramente por casualidades de la vida había acabado tragándose media docena de películas a la semana. Seguramente nunca habría cogido una cámara, seguramente nunca habría dirigido una película, seguramente nunca habría trabajado con actores, ni con productores, ni tan siquiera habría escrito otra cosa que no sean artículos periodísticos. Seguramente también, este señor nunca se atrevería siquiera a pensar en escribir un guión cinematográfico.
Sin embargo, seguramente este señor se atreve diariamente a criticar a los cuatro vientos, a diestro y siniestro una película tras otra sin tan siquiera reparar en lo subjetivo de su trabajo. Por supuesto que es su trabajo, que es por lo que cobra, que es lo que demanda el público, que nadie le pedirá cuentas..., pero también es cierto que hay que tener mucho cuidado con los llamados críticos, y no me refiero solo al cine, porque esto es extrapolable a otras tantas facetas. El criticón es el personaje del siglo XXI. ¿Pero quiénes son y en base a qué critican? Esa es harina de otro costal...
Siguiendo con nuestro crítico..., me dio por ponerle cara, me imaginaba a Alfred Hitchcock como crítico radiofónico, aportando luz a los estrenos de la semana. Quizá aquella semana se había estrenado un thriller y Alfred nos decía que en su opinión tenía un buen guión, que estaba bien dirigida e interpretada, en definitiva, que era una gran película.
Seguramente confiaría en su opinión..., y nunca se me hubiera ocurrido imaginarme todo esto. Seguramente...
8 comentarios
Jinnifuru -
Render -
tvadicto -
Pero una cosa..., quien ese Pumares??? jejeje
coolmonkey -
Precisamente me gusta que pongas a Hitchcock como crítico de un thriller, porque seguramente a él una película de Garci le habría parecido un tostón insoportable.
Algunos críticos todavía buscan arte en un producto prefabricado de acción y testosterona, así como les va a gustar nada.
JaffLo -
Yo la verdad es que no soy fan de Garci, sin más. Sí que me gusta su programa de cine, solo le falta para poner la guinda que emitan las pelis sin anuncios, aunque claro eso no depende de él...
Tonto -
Ahí tienes a Pumares, idolatrado por muchos, pero a mí me parece un impresentable que lo único que hace es echar mierda sobre todo sistemáticamente porque sabe que así venderá más. En mi opinión, se retrata sólo.
En EEUU no es así, y no tienes más que echar un ojo a las columnas de Matt Roush en TVGuide o de TVGal en Zap2it para saber cómo deberían ser las cosas.
Soy fan de Garci, por cierto, uno de los pocos que debe de tener en este país de trepas y mafiosos :)
Manu -
Si te sirve de algo me ha dado que pensar. Sigue así ;)
crazz -
Artículo para darle un poco al coco no? Yo estoy bastante de acuerdo contigo pero supongo que cualquiera que tenga dos dedos de frente es consciente de que hay cada "critico" suelto por ahi impresentable y normalmente hay que cogerlos con pinzas.
Seguramente ¿no? jejeje